diumenge, 12 de febrer del 2012

LECCIÓN AL NUEVO LABORISMO


A new generation for change “es el eslogan elegido por el renovado Partido Laborista para encaminar y fundamentar sus bases en la dura figura opositora, que tras sus trece años de poder, perdiendo las ultimas elecciones, deben afrontar. 
“La elección de hoy pasa una página, porque una nueva generación da un paso al frente. Hoy comienza el trabajo de una nueva generación”. Estas eran las palabras que Ed Miliband MP pronunciaba tras su elección al frente del partido, con explicitas intenciones de buscar y reencontrarse con aquella identidad perdida que les llevó, durante los gobiernos de Blair y Brown, a renunciar a su razón de ser. 
La postura que, tras las pasadas elecciones, el partido Laborista debe hacer frente, es discutiblemente, resultado de la etapa en la que este partido, de origen sindicalista, pasó a representar a la clase dirigente y a los multimillonarios mediante la implantación de medidas de corte liberal,  en lugar de atender las manifiestas necesidades de los jornaleros y asalariados, representados por las políticas socialdemócratas.
Este periodo perdido, durante el cual el  Labour se escondió bajo una hipotética y dubitativa idea de liderazgo natural de los conservadores, condujo a una transformación de unos aparentes ideales arraigados al centenario partido ingles. No más lejos de la realidad, una moderada estrategia oriento al partido hacia el centro, amparando una ideología y una ética más bien derechistas. Se dejaron de lado tanto derechos como libertades civiles, que permitieron las criticas de sus mas afines seguidores. El descenso de apoyo electoral por parte de la clase trabajadora además de el declive de militancia y numero de miembros del partido ponen en relieve la exitosa recuperación del partido Laborista.
De este modo,  se abren las puertas de una flamante pero confusa  era, que tras la muerte del nuevo laborismo, presenta el debate de hasta que punto se debe volver a la esencia predominante en los inicios del laborismo ingles. Cabe hacer referencia que el actual líder Laborista, Ed Miliband, debe su victoria al frente del partido gracias a el apoyo de los sindicatos, quienes además son la principal fuente de financiación de esta, en momentos de crisis como los que vivimos actualmente.
Por lo tanto la principal cuestión que requiere de inmediata solución es aclarar que orientación debe adoptar el partido, si considerar el éxito que Blair alcanzó ampliando su tirón electoral a una mayoría poblacional o si decantarse por conceder un apoyo merecido a los sindicatos. 


Alejandro López  y Helena Martínez

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